¿Porque a mi? Tanta gente viviendo una vida tan feliz y sin preocupaciones, mientras que yo tengo una vida miserable. Vivo en la misma ciudad que esas personas felices, incluso en la misma calle que algunas de esas personas felices, veo como su vida se ve perfecta mientras que yo cada día me siento peor.
Llevo mucho tiempo con esta situación y cada vez veo menos color en mi vida. Cada noche lloro antes de quedarme dormido. Nadie sabe lo que me pasa porque yo no les cuento a nadie lo que me sucede. Mi vida parece normal pero no es así.
A veces he querido contarle a un amigo o un familiar lo que me sucede, pero cuando les empiezo a contar un poco, sin dejarme terminar siempre me dicen: – No te preocupes ya vendrán tiempos mejores. Hay quienes incluso me dicen: – Te ahogas en un vaso de agua.
Por eso ya no termino de contarles todo lo que me pasa porque me queda claro que no les interesa y no me entenderán. Y no los culpo porque para poder entenderme tendrían que haber pasado por lo mismo.
Cada día que pasa mi vida va perdiendo color y estoy seguro que llegará el día que mi vida quedará en blanco y negro. Y sinceramente me da miedo llegar a ese punto sin retorno donde ya pierda todo interés de seguir en esta vida.
En este preciso momento tal vez un amigo o algún familiar tuyo o tú, querido lector, está pasando por una situación similar. Lo más grave de esta situación es que nadie se da cuanta cuando necesita ayuda.
En un mundo que se mueve tan rápido y que mantiene a las personas tan ocupadas las personas no notamos cuando un amigo necesita de nuestra ayuda.
El poder regalarle unos minutos para escuchar a un amigo para nosotros es algo insignificante, pero para nuestro amigo en situación de desanimo o depresión eso podría ser lo único que necesite ese amigo para sentirse mejor y dejar de tener pensamientos de sentirte insignificante. Pero hay que saber escuchar.
No nos precipitemos a dar un concejo o peor aun a juzgar. A veces lo único que necesita la persona es que se le escuche. El consejo es buena idea solo si la persona lo pide. Si no es así solo escucha. Pero escucha con oídos de compresión. Y aunque no sea una tarea fácil tratar de entender al amigo recordándole lo importante que es para ti y para su familia. Pero todo con total sinceridad, no solo decir lo primero que te venga a la cabeza creyendo que eres un gran consejero.
No solo digas: – Ya vendrán tiempos mejores. Mejor di: – Aquí estaré contigo hasta que lleguen tiempo mejores. no tomes como poco importante el problema de tu amigo y no creas que el esta exagerando. Y si el del problema eres tú, querido lector, acércate a un amigo a un familiar.
Querido lector, los problemas de la vida es algo que no podemos evitar tal vez en este momento sientes cansancio como nunca has sentido y parece que tus fuerzas te abandonan. Recuerda lo que tienes, lo que has conseguido hasta ahora y lo difícil que ha sido llegar hasta donde estas. Con sacrificios y esfuerzo has salido adelante demostrándote a ti mismo que eres más fuerte de lo que pensabas.
Si el peso de las lágrimas en tus ojos es tan grande que no aguantas más y quieres llorar sin parar, llora todo lo que tengas que llorar. Desahógate. El llanto no es debilidad, solo al terminar seca esa ultima lágrima y dibuja una sonrisa en tu rostro y prométete a ti mismo que por cada minuto dedicado a llorar dedicarás un minuto a hacer lo que te hace feliz.
Si te han traicionado o te han roto el corazón, es valido estar triste unos días. Pero después tienes que volver a ser la persona que eres. Poco a poco la tristeza se debe ir desvaneciendo. Un buen escritor decía en unos de sus libros: – «Han dejado de engañarte, no de quererte». Así que no sufras como si te hubieran dejado de quererte.
Hay muchas circunstancias desfavorables y desafortunadas de la vida que nos lastiman y nos llevan a encerrarnos en nosotros mismo e incluso algunas nos dan un duro golpe casi mortal. En un solo artículo no se puede dar atención a todos esas situaciones que nos llevan al desanimo o algo peor como la depresión .
La finalidad de este articulo es para sugerirte.
1. Si por una u otra razón te sientes desanimado de la vida, ten la confianza de acercarte a un familiar o un amigo.
Ellos estarán dispuesto a escucharte y ayudarte en medida de sus posibilidades . Y recuerda, ellos no pueden entenderte al 100% si no han pasado por lo mismo. Así que no lo tomes mal si ellos te dan el consejo que tu esperas, ten paciencia y trata de ver le buena intención en los consejos que te den .
2. Si un amigo se acerca a ti para contarte el desanimo que siente por la vida, no te apresures a dar un consejo o decir lo que piensas.
Escucha con atención y sincera preocupación. Espera que tu amigo a familiar termine de hablar y entonces si él te pide un consejo, entonces si trata de dar el consejo pero con la sincera intención de ayudar sin juzgar. En muchas ocasiones te sorprenderás porque el ánimo de tu amigo o familiar cambiará con el simple echo de que le hayas escuchado. A veces eso es lo único que necesitamos, alguien que nos escuche.
Querido lector, si no tienes quien te escuche o por una u otra razón no quieres acudir a un familiar o amigo, puedes escribirnos desahogándote. Y aunque no podamos solucionar tu problema con una palabra de aliento, sí podremos compartirte.
Cuando nos va mal en la vida el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. No podemos escapar de ciertas cosas que nos harán daño, pero sí podemos decidir por cuanto tiempo nos afectan.